lunes, 1 de agosto de 2016

Lunes: ESTAD QUIETOS (Salmos 46:10)

ESTAD QUIETOS 

Salmos 46:10
10 Estad quietos, y conoced que yo soy Dios; Seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra.

Hay momentos en que las cosas están tan, pero tan mal, que parecen empeorar cuando tratamos de repararlas. No vale la pena ninguna reflexión al respecto de cuál dirección tomar.

La obscuridad de los problemas a veces es tan densa, que es imposible ver la palma de las manos delante de nuestras narices.

El Señor permite que bajemos a lo más hondo del pozo cenagoso para cumplir en nosotros 3 propósitos:
1. Evidenciar nuestra insuficiencia e incompetencia para resolver nuestros propios problemas.
2. Para humillarnos y que reconozcamos su misericordia y supliquemos por su ayuda e intervención; y
3. Para mostrar su omnipotencia en las cosas que son imposibles para nosotros, porque Él es más grande que nuestros problemas.

Este es el momento en que debemos estar quietos. Muchas veces el Señor no actúa porque no estamos quietos nunca  ("Pero los impíos son como el mar en tempestad, que no puede estarse quieto, y sus aguas arrojan cieno y lodo., Isaías 57:20). Él quiere que seamos el público y no los protagonistas; expectadores y no actores. Debemos de estar quietos en nuestros asientos de platea para presenciar su multiforme poder y como tiene el total control de la situación.

Estar quietos también es esperar, y hay que hacerlo muy quieto, para recibir confiados el pronto y oportuno socorro ("Mi porción es Jehová, dijo mi alma; por tanto, en él esperaré., Lam.3:24)Cuando pensamos que todo está perdido, entonces el Señor actúa a favor nuestro antes de rendirnos. El Señor es enaltecido cuando estamos quietos.

No olvides que la noche es más obscura, justamente un segundo antes de amanecer. 

----
E. Serrallés Sagalowitz

No hay comentarios:

Publicar un comentario