miércoles, 30 de septiembre de 2015

Miércoles: La experiencia espiritual: ¿Real o falsa? (Lucas 9.28-37)

Ahora puedes ver este devocional en http://devocionaltemprano.blogspot.com todos los días tempranito.
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La experiencia espiritual: ¿Real o falsa?

Leer | Lucas 9.28-37
28 Aconteció como ocho días después de estas palabras, que tomó a Pedro, a Juan y a Jacobo, y subió al monte a orar.
29 Y entre tanto que oraba, la apariencia de su rostro se hizo otra, y su vestido blanco y resplandeciente. 
30 Y he aquí dos varones que hablaban con él, los cuales eran Moisés y Elías; 
31 quienes aparecieron rodeados de gloria, y hablaban de su partida, que iba Jesús a cumplir en Jerusalén. 
32 Y Pedro y los que estaban con él estaban rendidos de sueño; mas permaneciendo despiertos, vieron la gloria de Jesús, y a los dos varones que estaban con él. 
33 Y sucedió que apartándose ellos de él, Pedro dijo a Jesús: Maestro, bueno es para nosotros que estemos aquí; y hagamos tres enramadas, una para ti, una para Moisés, y una para Elías; no sabiendo lo que decía. 
34 Mientras él decía esto, vino una nube que los cubrió; y tuvieron temor al entrar en la nube. 
35 Y vino una voz desde la nube, que decía: Este es mi Hijo amado; a él oíd. 
36 Y cuando cesó la voz, Jesús fue hallado solo; y ellos callaron, y por aquellos días no dijeron nada a nadie de lo que habían visto.
37 Al día siguiente, cuando descendieron del monte, una gran multitud les salió al encuentro.
Miércoles: 28 de septiembre de 2015
Dios nos da experiencias espirituales para revelar la verdad acerca de sí. Pero ¿cómo saber si nuestra experiencia es auténtica o no? Cualquier vivencia espiritual que no dirija nuestra atención a Dios es falsa. Cuando Dios nos conduce a una experiencia espiritual, lo hace para que centremos nuestros pensamientos en Él.
Eso fue lo que sucedió en el monte de la Transfiguración, mientras estaban en la presencia de Dios en carne humana, Pedro, Jacobo y Juan vieron a Jesús en toda su majestuosidad. Al observarle allí con Moisés y Elías, que habían muerto, entendieron que había vida después de la muerte. Las cosas que aprendieron los atemorizó, pero el Señor estaba revelando algo que nunca olvidarían.
¿Por qué Dios abre nuestro corazón y nos da atisbos de sí mismo? Porque al hacerlo, nos fortalece, y nos motiva para sus propósitos; al mismo tiempo, nos ayuda a internalizar un conocimiento que superará cualquier duda que pudiera generarse en el futuro. Pedro y sus compañeros nunca volvieron a ser los mismos después de eso. Incluso cuando su amado Señor fue crucificado, nada pudo borrar sus recuerdos del milagro que habían presenciado.
La idea de que Dios está en algún lugar lejos de nosotros no es bíblica. Él quiere darse a conocer a su pueblo, y tener comunión con nosotros por medio de su Santo Espíritu. Si usted nunca ha escuchado la voz de Dios, ¿pudiera ser porque hay demasiado ruido en su vida que le distrae de Él? La próxima vez que usted esté en la iglesia, no se limite a seguir simplemente las rutinas del servicio. Dios quiere decirle algo que marcará una diferencia en su vida. Si le presta atención al Señor, Él le hablará.



martes, 29 de septiembre de 2015

Martes: Jesucristo: El Hijo de Dios (Juan 1.1, 2)

Jesucristo: El Hijo de Dios

Leer | Juan 1.1, 2
1 En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.
2 Este era en el principio con Dios.
Martes 29 de septiembre de 2015
¿Alguna vez ha escuchado a alguien decir que Jesús negó ser Dios? Tal afirmación simplemente no tendría sentido, porque Jesús se colocó, repetidamente, en pie de igualdad con el Padre y con el Espíritu Santo (Jn 10.30; 14.6-14). La Biblia nos da una descripción de su relación íntima y eterna con el Padre celestial.
¿Por qué es tan importante que creamos esto? Porque Jesús hizo algo que nunca se había hecho: Dio a hombres y mujeres la capacidad de ver a Dios de una manera nueva. En  Colosenses 1.15, Pablo dice que Jesús es “la imagen del Dios invisible”. Nadie ha visto jamás el rostro del Todopoderoso. En el Antiguo Testamento, algunas personas estuvieron delante de Dios, pero nunca pudieron ver plenamente su gloria. Por ejemplo, aun Moisés, quien es descrito como amigo de Dios (Éx 33.11), no pudo ver directamente a Dios. Cuando más, tuvo la oportunidad de ver “las espaldas de Dios” cuando pasó junto a Él, pero nunca su rostro (Éx 33.18-23).
Jesús, sin embargo, vino para llenar el vacío que había entre la gloria de Dios y la naturaleza pecaminosa del hombre. En el texto griego original, la palabra para “imagen” está directamente relacionada con la palabra española ícono. Así como un ícono en la pantalla de su computadora lo lleva directamente al programa principal, Jesús dirige a los creyentes a la plenitud de la gloria de Dios. Como el “ícono”, Jesús es la réplica exacta y perfecta de Dios. Por tanto, Él pudo decir: “El que me ha visto a mí, ha visto al Padre” (Jn 14.9).
¿Qué le ha enseñado el Señor Jesús en cuanto al Padre celestial? ¿Cómo puede usted compartir ese conocimiento con alguien hoy?


lunes, 28 de septiembre de 2015

Lunes: La experiencia espiritual: ¿Real o falsa? (Lucas 9.28-37)

La experiencia espiritual: ¿Real o falsa?

Leer | Lucas 9.28-37
28 Aconteció como ocho días después de estas palabras, que tomó a Pedro, a Juan y a Jacobo, y subió al monte a orar.
29 Y entre tanto que oraba, la apariencia de su rostro se hizo otra, y su vestido blanco y resplandeciente. 
30 Y he aquí dos varones que hablaban con él, los cuales eran Moisés y Elías; 
31 quienes aparecieron rodeados de gloria, y hablaban de su partida, que iba Jesús a cumplir en Jerusalén. 
32 Y Pedro y los que estaban con él estaban rendidos de sueño; mas permaneciendo despiertos, vieron la gloria de Jesús, y a los dos varones que estaban con él. 
33 Y sucedió que apartándose ellos de él, Pedro dijo a Jesús: Maestro, bueno es para nosotros que estemos aquí; y hagamos tres enramadas, una para ti, una para Moisés, y una para Elías; no sabiendo lo que decía. 
34 Mientras él decía esto, vino una nube que los cubrió; y tuvieron temor al entrar en la nube. 
35 Y vino una voz desde la nube, que decía: Este es mi Hijo amado; a él oíd. 
36 Y cuando cesó la voz, Jesús fue hallado solo; y ellos callaron, y por aquellos días no dijeron nada a nadie de lo que habían visto.
37 Al día siguiente, cuando descendieron del monte, una gran multitud les salió al encuentro.
Lunes 28 de septiembre de 2015
Dios nos da experiencias espirituales para revelar la verdad acerca de sí. Pero ¿cómo saber si nuestra experiencia es auténtica o no? Cualquier vivencia espiritual que no dirija nuestra atención a Dios es falsa. Cuando Dios nos conduce a una experiencia espiritual, lo hace para que centremos nuestros pensamientos en Él.
Eso fue lo que sucedió en el monte de la Transfiguración, mientras estaban en la presencia de Dios en carne humana, Pedro, Jacobo y Juan vieron a Jesús en toda su majestuosidad. Al observarle allí con Moisés y Elías, que habían muerto, entendieron que había vida después de la muerte. Las cosas que aprendieron los atemorizó, pero el Señor estaba revelando algo que nunca olvidarían.
¿Por qué Dios abre nuestro corazón y nos da atisbos de sí mismo? Porque al hacerlo, nos fortalece, y nos motiva para sus propósitos; al mismo tiempo, nos ayuda a internalizar un conocimiento que superará cualquier duda que pudiera generarse en el futuro. Pedro y sus compañeros nunca volvieron a ser los mismos después de eso. Incluso cuando su amado Señor fue crucificado, nada pudo borrar sus recuerdos del milagro que habían presenciado.
La idea de que Dios está en algún lugar lejos de nosotros no es bíblica. Él quiere darse a conocer a su pueblo, y tener comunión con nosotros por medio de su Santo Espíritu. Si usted nunca ha escuchado la voz de Dios, ¿pudiera ser porque hay demasiado ruido en su vida que le distrae de Él? La próxima vez que usted esté en la iglesia, no se limite a seguir simplemente las rutinas del servicio. Dios quiere decirle algo que marcará una diferencia en su vida. Si le presta atención al Señor, Él le hablará.




viernes, 25 de septiembre de 2015

Viernes: El secreto del contentamiento (Filipenses 4.10-13)

El secreto del contentamiento 

10 En gran manera me gocé en el Señor de que ya al fin habéis revivido vuestro cuidado de mí; de lo cual también estabais solícitos, pero os faltaba la oportunidad. 
11 No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. 
12 Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. 
13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
Viernes 25 de septiembre de 2015
Después de su encuentro con Jesús en el camino de Damasco, Pablo tuvo que aprender mucho en cuanto a la salvación y el seguir a Cristo. Hasta el final de su vida, el apóstol compartió lo que iba descubriendo. En su carta a la iglesia en Filipos, escribió acerca de una lección muy importante para la vida: el secreto del contentamiento.
¿Qué clase de vida cree usted que trae contentamiento? Podría pensar que es una vida sin problemas o con éxito. Es posible que usted desee tener buena salud, seguridad económica y una familia feliz. La vida de Pablo no fue en absoluto nada de esto; estuvo en peligro de muchas maneras (2 Co 11.23-26). Algunas veces, la gente lo escuchaba, pero eran hostiles a su mensaje. Tuvo también una “espina clavada en el cuerpo” que Dios se negó a quitarle (2 Co 12.7-9 NVI). E, incluso, pasó tiempo considerable en la cárcel, encadenado a un guardia. Sin embargo, escribió con osadía: “He aprendido el secreto de vivir en todas y cada una de las circunstancias” (Fil 4.12 NTV).
El secreto que descubrió fue el de vivir según su posición en el Señor, no de sus sentimientos. Como hijo de Dios, Pablo sabía que era espiritualmente rico, pues tenía un Padre celestial amoroso, y la guía del Espíritu Santo ("Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo,"Ef 1.3).
El contentamiento en nuestra sociedad está influenciado por los medios de comunicación, es difícil de encontrar y más difícil aún de conservar. Siempre hay algo más nuevo, más grande o mejor para comprar, y alguien tiene lo que uno quiere. Cuando se sienta insatisfecho, responda sobre la base de su posición como coheredero con Cristo ("Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.", Ro 8.17), en vez de a sus sentimientos.



jueves, 24 de septiembre de 2015

Jueves: La recompensa de la renuncia Leer (Génesis 22.1-3)

La recompensa de la renuncia

22  Aconteció después de estas cosas, que probó Dios a Abraham, y le dijo: Abraham. Y él respondió: Heme aquí. 
Y dijo: Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré. 
Y Abraham se levantó muy de mañana, y enalbardó su asno, y tomó consigo dos siervos suyos, y a Isaac su hijo; y cortó leña para el holocausto, y se levantó, y fue al lugar que Dios le dijo.
Jueves 24 de septiembre de 2015
Aunque muchas veces es una lucha ponerlo todo en el altar, una cosa que he aprendido es que no tenemos que entender cómo Dios llevará a cabo sus planes. Lo único que nos pide es que rindamos nuestra voluntad a la suya, y que confiemos en que Él nos mostrará el camino (Pr 3.5, 6). La disposición de Abraham de abandonar lo que más valoraba, provenía de su fe inquebrantable en la fidelidad del Señor.
Proverbios 3:5, 6
5 Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia.
6 Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas.
Pero si usted le dice no a Dios porque Él no le ha explicado la razón por la que quiere que haga algo, entonces se estará privando de su bendición. Pero cuando usted le dice , Dios derrama su bondad y recompensa su obediencia. Más importante que las bendiciones materiales son las cosas que Él nos está enseñando espiritualmente. Tenga presente que su manera de recompensar es como la de un padre que le niega algo a su hijo hasta que éste haga lo que él le pide. Obedecer al Señor nos posiciona para recibir lo que Él ya está tratando de darnos y de lograr en nuestra vida. Por eso, cuando no confiamos en Él y nos negamos a hacer lo que dice, tomamos la decisión de rechazar sus bendiciones.
¿Qué le ha dicho Dios que haga? ¿Ha estado cooperando solo a medias? O, como Abraham, ¿ha renunciado a su necesidad de entender las razones para obedecer totalmente?
Si el Señor le dice que dé más de lo que cree que puede dar, sepa que Él proveerá con toda seguridad lo que usted necesite. Ya sea que todo marche bien, o que se le haya abierto el piso, Él es siempre fiel. Usted puede descansar en la seguridad de que el Todopoderoso cumplirá su Palabra eterna.



miércoles, 23 de septiembre de 2015

Miércoles: La libertad de renunciar a las cosas (1 Pedro 5.6, 7)

La libertad de renunciar a las cosas 

Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo;
echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.
Miércoles 23 de septiembre de 2015
Nuestro Padre celestial está interesado en cada detalle de nuestra vida. Si queremos que Él trabaje en un aspecto determinado, ya sea en nuestras relaciones interpersonales, finanzas, empleo, hábitos, etc., debemos estar dispuestos a renunciar a nuestros intereses y a darle todo lo que nos pida.
Podemos pensar que no estamos atados a nada que se interponga entre nosotros y el Señor, pero Él conoce nuestros corazones. Un domingo, cuando (el Ps. Stanley) estaba a punto de predicar sobre esto, Dios me mostró algo de lo que no me había ocupado. Me di cuenta de que tenía que enfrentarlo, o de lo contrario no podría predicar el sermón. Así que me alegré cuando la canción del coro se prolongó, pues eso me dio tiempo para poder llegar a decir: “Señor, si eso es lo que deseas, quiero dártelo. Tienes el derecho de reclamarlo en cualquier momento, así que es tuyo ahora mismo”.
Es difícil ser completamente obedientes si estamos aferrados a algo. El Señor quiere que nos aferremos exclusivamente a Él, para que no podamos ser influenciados por el mundo. Usted puede tener multitudes de cosas con las que Dios le ha bendecido, pero en el momento que cualquiera de ellas lo posee a usted, el trabajo de Él en su vida se verá obstaculizado. Pero si abre las manos, sin aferrarse a nada, será totalmente libre para que el poder del Espíritu Santo fluya a través de usted.
¿Hay algo que siente que nunca podría dejar? Piense en cualquier cosa que le absorba, y piense sinceramente si eso le tiene cautivo. Le reto a dejar esa relación o esa situación al Señor ahora mismo, para que Él pueda darle la victoria y la libertad que usted ha estado anhelando.

Biblia en un año: Jonás 1-4


martes, 22 de septiembre de 2015

Martes: La provisión de Dios en la adversidad (1 Tesalonicenses 5.18)

La provisión de Dios en la adversidad 

18 Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.
Martes 22 de septiembre de 2015
Si usted no está pasando por un momento difícil, probablemente lo estará pronto. Jesús dijo que tendremos muchas aflicciones en esta vida ("Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo.",Jn 6.33). Pero, por más desagradables que sean las pruebas, hay muchas razones para dar gracias. Ayer vimos que los creyentes podemos contar con tres ayudas en los problemas: la presencia de Dios, una vía de escape y el potencial para crecer. Hoy veremos dos más.
1. Protección. Dios no siempre impide que los creyentes experimentemos sufrimiento o desilusiones. Detener las tormentas puede ser nuestro objetivo, pero desde la perspectiva de Dios, la adversidad puede ser necesaria para que maduremos espiritualmente. No obstante, el Padre celestial nos da su protección permaneciendo con nosotros en la lucha. Después que recibimos a Jesús como nuestro Salvador, tenemos la promesa de que Dios morará en nosotros y de que nunca nos dejará. Es más, tenemos la seguridad de que nada podrá separarnos de su amor (Ro 8.38, 39). Así pues, nuestro Dios siempre camina con nosotros en medio de las dificultades, dándonos su orientación y su verdad en la situación.
Romanos 8:38, 39
 38 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, 
39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
2. Paz. Aunque las dificultades nos causan dolor, los creyentes tenemos la paz de Dios. Esta serenidad interior no depende de que mejoren las circunstancias, sino de nuestra relación con Dios. Nuestro principal enfoque no debe ser la solución del problema, sino nuestra dependencia de Dios.
Cuando reconocemos la ayuda de Dios en las pruebas, podemos expresar gratitud. Hacerlo nos permitirá fijar nuestros ojos en Él, no en nuestras circunstancias. Muchas veces no sabemos cuál es el propósito de cada prueba, pero sí sabemos que nuestro Señor es misericordioso y digno de confianza.




lunes, 21 de septiembre de 2015

Lunes: Por medio de las pruebas (Mateo 14.22-34)

Por medio de las pruebas

22 En seguida Jesús hizo a sus discípulos entrar en la barca e ir delante de él a la otra ribera, entre tanto que él despedía a la multitud. 
23 Despedida la multitud, subió al monte a orar aparte; y cuando llegó la noche, estaba allí solo. 
24 Y ya la barca estaba en medio del mar, azotada por las olas; porque el viento era contrario. 
25 Mas a la cuarta vigilia de la noche, Jesús vino a ellos andando sobre el mar. 
26 Y los discípulos, viéndole andar sobre el mar, se turbaron, diciendo: !!Un fantasma! Y dieron voces de miedo. 
27 Pero en seguida Jesús les habló, diciendo: !!Tened ánimo; yo soy, no temáis! 
28 Entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas. 
29 Y él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús. 
30 Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: !!Señor, sálvame! 
31 Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: !!Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste? 
32 Y cuando ellos subieron en la barca, se calmó el viento. 
33 Entonces los que estaban en la barca vinieron y le adoraron, diciendo: Verdaderamente eres Hijo de Dios.
34 Y terminada la travesía, vinieron a tierra de Genesaret.
Lunes 21 de septiembre de 2015
Nadie está libre de pruebas. Para ser realistas, usted está ahora o en una tormenta, o saliendo de una, o a punto de entrar en otra. Sin embargo, adoramos a un Dios misericordioso que nos bendice, especialmente en los períodos oscuros de la vida.
El pasaje de hoy habla de una noche tempestuosa en el mar de Galilea. En el presente, Cristo nos ofrece lo mismo que a sus discípulos en esa perturbadora situación.
• Primero, el Padre celestial da a los cristianos su presencia, y la promesa de que nunca los abandonará (He 13.5, 6). Este es, quizás, el mejor regalo, porque gracias a este conocimiento Él nos infunde consuelo, valor y confianza. 
Hebreos 13:5, 6
Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré;
de manera que podemos decir confiadamente:
    El Señor es mi ayudador; no temeré
    Lo que me pueda hacer el hombre.
• Segundo, el Señor bendice a sus hijos con una vía de escape en medio de las dificultades. Él tiene todo el control de nuestras tormentas, y usará la prueba para llevar a cabo su propósito. Es posible que no lo entendamos, pero podemos confiar en que su mano nos guiará, y seremos bendecidos. A veces, la razón y el provecho de una dificultad se hacen evidentes, mientras que en otros casos no.
• Tercero, el Padre celestial da a los creyentes el potencial para crecer. Las dificultades son ocasiones para aprender a confiar en Dios y para conocerlo más a fondo tanto a Él como su poder y su amor. 
Nadie se deleita con las pruebas. Pero recuerde expresar gratitud por la mano de Dios en su vida, y por la manera en que usará la adversidad para ayudarlo a ser todo lo que Dios tiene previsto para usted. Las pruebas son oportunidades para confiar en el Creador y conocerlo mejor.



viernes, 18 de septiembre de 2015

Viernes: El Dios a quien oramos (Nehemías 1.1-11)

El Dios a quien oramos

 Palabras de Nehemías hijo de Hacalías. Aconteció en el mes de Quisleu, en el año veinte, estando yo en Susa, capital del reino, 
que vino Hanani, uno de mis hermanos, con algunos varones de Judá, y les pregunté por los judíos que habían escapado, que habían quedado de la cautividad, y por Jerusalén. 
Y me dijeron: El remanente, los que quedaron de la cautividad, allí en la provincia, están en gran mal y afrenta, y el muro de Jerusalén derribado, y sus puertas quemadas a fuego. 
Cuando oí estas palabras me senté y lloré, e hice duelo por algunos días, y ayuné y oré delante del Dios de los cielos. 
Y dije: Te ruego, oh Jehová, Dios de los cielos, fuerte, grande y temible, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos; 
esté ahora atento tu oído y abiertos tus ojos para oír la oración de tu siervo, que hago ahora delante de ti día y noche, por los hijos de Israel tus siervos; y confieso los pecados de los hijos de Israel que hemos cometido contra ti; sí, yo y la casa de mi padre hemos pecado. 
En extremo nos hemos corrompido contra ti, y no hemos guardado los mandamientos, estatutos y preceptos que diste a Moisés tu siervo. 
Acuérdate ahora de la palabra que diste a Moisés tu siervo, diciendo: Si vosotros pecareis, yo os dispersaré por los pueblos;
pero si os volviereis a mí, y guardareis mis mandamientos, y los pusiereis por obra, aunque vuestra dispersión fuere hasta el extremo de los cielos, de allí os recogeré, y os traeré al lugar que escogí para hacer habitar allí mi nombre.
10 Ellos, pues, son tus siervos y tu pueblo, los cuales redimiste con tu gran poder, y con tu mano poderosa. 
11 Te ruego, oh Jehová, esté ahora atento tu oído a la oración de tu siervo, y a la oración de tus siervos, quienes desean reverenciar tu nombre; concede ahora buen éxito a tu siervo, y dale gracia delante de aquel varón. Porque yo servía de copero al rey.
Jueves 18 de septiembre de 2015
Nehemías demuestra el poder  de la oración. Como siervo del rey Artajerjes de Persia, no tenía ningún derecho a solicitar permiso para reconstruir los muros de Jerusalén, y mucho menos a pedir materiales ni protección. Sin embargo, por conocer la naturaleza del Dios a quien oraba, Nehemías no dudó en actuar con osadía y pedir al rey lo que hacía falta.
Comenzó su oración diciendo: “Te ruego, oh SEÑOR, Dios del cielo”  (Neh 1.5). SEÑOR, con letras mayúsculas, designa a la palabra Jehová(una forma de Yavé, el nombre hebreo de Dios), lo cual significa“Dios, quien es eterno en su ser” —expresando que todo en todas partes está en su presencia. Por tanto, cuando Dios hace una promesa, sabe cómo va a cumplirla. Es por eso que Nehemías lo llamó “el grande y temible Dios, que guarda el pacto”. Él sabía que Dios se había comprometido a llevar de vuelta a los israelitas arrepentidos a su tierra natal para vivir en su presencia (v. 9).
La siguiente palabra hebrea: Elohim, se traduce como: “El que es absolutamente soberano”. Este nombre se refiere al Creador, y habla de su omnipotencia. Si Él hizo al mundo con su palabra, entonces es capaz, sin duda, de darle a Nehemías las provisiones, tiempo fuera del trabajo, y el favor del rey persa.
Hay muchos otros nombres para Dios, tales como Adonai (“dueño”), Jehová-Jireh (“proveedor”), o Jehová-Rafa (“sanador”). Puesto que el idioma hebreo es preciso, puede ayudarnos a conocer mejor a Dios. Cuando necesitamos consuelo, llamamos al Dios que consuela; cuando necesitamos sabiduría, tenemos al Dios que enseña. Así como conocer nuestra audiencia afecta las palabras que usamos, la manera de ver a Dios afecta el modo en que oramos.