viernes, 22 de enero de 2016

Viernes: DAR CON SACRIFICIO (2 Corintios 8.1-5)

DAR CON SACRIFICIO

2 Corintios 8.1-5
1 Asimismo, hermanos, os hacemos saber la gracia de Dios que se ha dado a las iglesias de Macedonia;
2 que en grande prueba de tribulación, la abundancia de su gozo y su profunda pobreza abundaron en riquezas de su generosidad.
3 Pues doy testimonio de que con agrado han dado conforme a sus fuerzas, y aun más allá de sus fuerzas,
4 pidiéndonos con muchos ruegos que les concediésemos el privilegio de participar en este servicio para los santos.
5 Y no como lo esperábamos, sino que a sí mismos se dieron primeramente al Señor, y luego a nosotros por la voluntad de Dios;

En la escuela primaria aprendimos a restar: sustraíamos y teníamos menos que al comienzo. Pero, contrariamente a las leyes de la matemática, Dios nos dice que si damos recibiremos más a cambio: “Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir” (Lc 6.38).

El plan de Dios en cuanto al dar requiere que dependamos de su revelación, no de nuestra razón. La lógica nos dice que debemos ver cuánto ganamos antes de decidir cuánto podemos diezmar. Pero la Biblia dice que todas las riquezas son del Señor, y que debemos darle los primeros frutos de nuestro trabajo (Dt 10.14; 18.4, 5) (*). Cuando obedecemos, confiamos en que Él cuidará de nosotros, lo que a veces significará ignorar lo que tiene lógica, humanamente hablando. Pero Dios no siempre nos da de la manera que esperamos y confiamos, sino que satisface nuestras necesidades y nos bendice de la forma que Él sabe que será mejor para nosotros.
Dt 10.14
14 He aquí, de Jehová tu Dios son los cielos, y los cielos de los cielos, la tierra, y todas las cosas que hay en ella.
Dt 18.4, 5
4 Las primicias de tu grano, de tu vino y de tu aceite, y las primicias de la lana de tus ovejas le darás;
5 porque le ha escogido Jehová tu Dios de entre todas tus tribus, para que esté para administrar en el nombre de Jehová, él y sus hijos para siempre.

Cuando enfrentamos circunstancias difíciles de tipo económico, podemos sentirnos tentados a justificar la acumulación de nuestro dinero. Pero Dios, que entiende la situación perfectamente, exige que le demos no de lo que nos sobra, sino de lo que nos falta. La iglesia de Macedonia, por ejemplo, dio con generosidad a pesar de que estaba teniendo gran tribulación (2 Co 8.2). Esto agradó al Señor, porque estaban dando con fe.

Pídale a Dios que le diga qué quisiera Él que usted diera, y que le dé la valentía para obedecer. Después de hacerlo, espere con entusiasmo sus bendiciones.


*****
La ofrenda es una acto de adoración. Es una actividad ejercida sólo por creyentes, los que han aceptado a Cristo como Salvador. 

Los incrédulos no adoran a Dios, por eso no entienden el privilegio de soportar la obra). 
~~ Perspectiva agregada por el administrador del blog ~~


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