lunes, 25 de julio de 2016

Lunes: LA REPUESTA A LAS PRUEBAS (1 Pedro 4.12-19)

LA REPUESTA A LAS PRUEBAS

1 Pedro 4.12-19
12 Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese,
13 sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría.
14 Si sois vituperados por el nombre de Cristo, sois bienaventurados, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre vosotros. Ciertamente, de parte de ellos, él es blasfemado, pero por vosotros es glorificado.
15 Así que, ninguno de vosotros padezca como homicida, o ladrón, o malhechor, o por entremeterse en lo ajeno;
16 pero si alguno padece como cristiano, no se avergüence, sino glorifique a Dios por ello.
17 Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios; y si primero comienza por nosotros, ¿cuál será el fin de aquellos que no obedecen al evangelio de Dios?
18 Y: Si el justo con dificultad se salva, ¿En dónde aparecerá el impío y el pecador?
19 De modo que los que padecen según la voluntad de Dios, encomienden sus almas al fiel Creador, y hagan el bien.

Cuando usted enfrenta una prueba, ¿cuál es su primer impulso? Posiblemente le gustaría huir lo más rápido posible para escapar de ella. Aunque este es un sentimiento normal, Dios lo ve de manera diferente.

No son las pruebas en la vida las que nos fortalecen o nos destruyen, sino nuestra respuesta a las mismas. ¿Cómo debemos, entonces, responder ante las dificultades abrumadoras?

Primero, Confiar en Dios. Creer su Palabra y pensar en cómo ha sido fiel en el pasado. Él nos asegura que le pone un límite a nuestras pruebas, y que nos da las fuerzas para soportar.

Segundo, Perseverar. Aunque no entendamos, y el dolor parezca demasiado grande, no debemos claudicar. Siga buscando al Señor por medio de su Palabra y la oración. Aférrese a la esperanza en Cristo, y alábele en medio del dolor.

Tercero, Recordar que Dios tiene el control. Él permite la adversidad por alguna razón, y mostrará su poder sustentador a través de ella. Aunque el dolor puede ser intolerable, el Señor nos sacará con bien. La Biblia compara nuestro desarrollo con el oro, que es refinado por el fuego ("para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo,", 1 P 1.7). A menudo, escucho a creyentes reflexionar sobre un momento difícil, y reconocer que, a pesar del intenso dolor, no cambiarían la situación. Ven lo hermoso que Dios hizo a través de la prueba, y comprenden su valor.

Encontraremos dificultades, a veces pruebas intensas y dolorosas que parecerán ser demasiado para nosotros. Pero podemos confiar en que nuestro Padre celestial nos salvará y desarrollará. Él no nos exige que soportemos las pruebas por nuestra cuenta, sino que respondamos con confianza en Él.

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Ps. C. Stanley 

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