sábado, 28 de mayo de 2016

Sábado: LOS DIAS DE LA VIDA COMO CRISTIANO (Salmos 90:12)

LOS DIAS DE LA VIDA COMO CRISTIANO

Salmos 90:12
12 Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría.

Dice una famosa canción popular que no debemos agregarle años a la vida, sino más bien, vida a los años. La Biblia define la nueva vida del creyente en Cristo como algo dinámico y no como algo estático. Pablo nos dice en 1 Co 3,18 que: “[…] somos transformados de gloria en gloria, en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor”. Adviertan que la expresión: “transformados de gloria en gloria” implica cambios profundos, progreso gradual, renovación interior, es decir, una completa metamorfosis. De la misma forma que una oruga se convierte en una hermosa y colorida mariposa, asimismo el creyente experimenta una transformación espiritual continua que lo hace cada vez más parecido a su Señor.

Esa fue la anhelante petición del salmista que hallamos en la perla de hoy: “Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría”. Amado, si al cabo de los años no has podido avanzar en tus luchas espirituales, y sigues siendo el mismo creyente  débil y enclenque que se deja derrotar por los mismos pecados del pasado, es porque en el transcurrir del tiempo no has crecido en sabiduría ni has madurado espiritualmente. El calendario simplemente te ha pasado por arriba sin que hayas podido sacar los beneficios que se supone se derivan con el paso del tiempo. Tu tiempo se ha diluido en cosas vanas y superficiales, y puede que no te hayas ocupado seriamente en cultivar una correcta actitud cristiana, de manera tal que hoy puedas decir: definitivamente soy una persona diferente, más consagrada y más comprometida con las cosas del Señor.

¡Qué lástima es ver cómo a muchos creyentes el tiempo les ha pasado en balde sin haber podido extraer de él ni una pizca de sabiduría! Vivimos en un mundo bizarro que se encuentra patas para arriba, en el que los valores se hallan totalmente invertidos.Hemos conquistado el espacio exterior, pero no el interior. El hombre construye cosas cada vez más grandes, pero no necesariamente mejores. Se lucha por la des-contaminación ambiental, pero no por la del alma. Hemos aprendido a dividir el átomo, pero seguimos divididos por nuestros prejuicios sociales; vivimos en una sociedad súper vigilada, pero seguimos sumidos en una creciente inseguridad.

Hemos aumentando nuestros capitales, pero hemos reducido nuestros valores morales. Gastamos más, pero disfrutamos menos. Tenemos casas más grandes, pero familias más pequeñas. Gozamos de muchas comodidades, pero cada vez de menos tiempo. Somos muy volcado hacia lo material y lo exterior, pero poco volcado hacia Dios y nuestro hombre interior. Poseemos más tecnología, pero menos calidad humana. Tenemos más bodas presuntuosas, pero también hay más divorcios. Inventamos computadores de mayor capacidad, pero hemos perdido la capacidad de comunicarnos efectivamente. En fin, disponemos de mucho conocimiento al alcance de todos, pero de muy poca sabiduría. Eso no es vivir la vida sabiamente, y eso no es contar los años de modo que traigamos al corazón sabiduría. Amén 

---
R.Pérez
Ad majorem Dei Gloriam

1 comentario: