JUVENTUD DIVINO TESORO
Lamentaciones 3:27
Bueno le es al hombre llevar el yugo desde su juventud.
Tomando la conocida frase de Rubén Darío: “Juventud, divino tesoro”, alguien tristemente parafraseó: “Juventud, divino problema”. Con un corazón pastoralmente desgarrado tenemos que reconocer que la juventud nacional está sumida en una crisis profunda, de la cual no vemos posibilidades reales de salir de ella por ahora, y menos con los métodos seculares y convencionales que la sociedad les provee. Los estudiosos de la conducta humana nos revelan resultados desastrosos sobre lo que diariamente pasa en el mundo de los jóvenes: cada día aumenta el número de embarazos entre las adolescentes. La tasa de suicidio por insatisfacción ha ido en franco aumento, ya que muchos jóvenes sienten que su futuro está hipotecado. Tenemos cada vez más cárceles y lugares de reclusión, que bibliotecas, canchas y escuelas.
Existen graves problemas con el consumo de alcohol en jóvenes de corta edad; hay un incremento en el uso de las drogas en sus diversas modalidades: como el uso de la hookah... La tasa de abortos entre adolescentes y jóvenes se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza para las autoridades, sin que tengan a la mano una solución factible ni a corto ni a largo plazo. La violencia (bullying) entre estudiantes de las escuelas se multiplica cada día. Existe una elevada deserción escolar, desempleo, depresión, problemas emocionales, jovencitas que hoy son madres solteras sin ningún tipo de preparación ni ayuda económica; el amplio sector de la juventud involucrada en crímenes y asaltos callejeros; en fin, un andanada de problemas que tocan muy de cerca el corazón mismo de nuestros imberbes muchachos.
Amados, ante un panorama tan desgarrador, ¿qué podemos hacer nosotros como la iglesia viviente del Señor Jesucristo? Llevarles la hermosa recomendación que nos brinda la perla de hoy: “Bueno le es al hombre llevar el yugo desde su juventud”. Evidentemente, ese yugo del que habla el texto no es el yugo del pecado, sino el yugo de Dios, como dice el mismo profeta: “… porque es Dios que se lo impuso” (v. 28). El problema actual de la juventud moderna es que pretendiendo ser libre, en verdad se encuentra atada por mil cadenas de pecados. Ellos aborrecen cargar el yugo de Dios desde su juventud, para arrastrar entonces la carga pesada del pecado.
El problema es que muchos reaccionan cuando escuchan la palabra “yugo” y de una vez piensan en algo gravoso, molesto e insufrible, cuando la realidad es, como dijo Cristo: “... Mi yugo es fácil, y ligera mi carga” (Mt 11:30). El mensaje de hoy nos dice que lo mejor que le puede pasar a los jóvenes es llevar el yugo de Dios desde su juventud, porque es la única forma en que pueden encontrar verdadera libertad del pecado. Ellos no tienen que esperar llegar a ser unos viejos achacosos para entonces entregarle a Dios el bagazo de sus vidas, Dios los ama y los necesita desde ahora. Joven que puedes recibir estas palabras: es un privilegio y una bienaventuranza servir a Dios de la juventud; así eres preservado de muchos males, y eres conservado para ser una persona útil a la sociedad como lo fueron José, Daniel, Tito, y Timoteo: jóvenes que vivieron vidas ejemplares, dignas de ser imitadas. ¡Juventud, divino tesoro para Dios! Amén
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