martes, 19 de abril de 2016

Martes: EL LIBRO DE LOS LIBROS (Hechos 17.10-12)

EL LIBRO DE LOS LIBROS

Hechos 17.10-12
10 Inmediatamente, los hermanos enviaron de noche a Pablo y a Silas hasta Berea. Y ellos, habiendo llegado, entraron en la sinagoga de los judíos.
11 Y éstos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así.
12 Así que creyeron muchos de ellos, y mujeres griegas de distinción, y no pocos hombres.

La Escritura nos da una descripción precisa del carácter del Padre celestial, y de sus acciones y propósitos. Combinados, el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento nos enseñan que el problema de la humanidad es el pecado, y que el único remedio es la fe en el Hijo de Dios: Jesucristo. Por medio de la Biblia sabemos lo que sucede en el momento de nuestra salvación: nuestra deuda por el pecado se considera pagada, el poder del pecado sobre nosotros es destruido, y el Espíritu Santo se convierte en nuestro acompañante.

Dios nos ha hecho saber, por medio de su Palabra, quién es Él, qué está haciendo y cuál será el futuro de la humanidad. El propósito de tener la Biblia es llevarnos a tener una relación personal cada vez mayor con el Padre, y capacitarnos para dar un servicio fructífero como embajadores de Cristo  ("Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.", 2 Co 5.20). En esta posición, somos llamados a seguir el ejemplo de Jesús de glorificar a Dios Padre ("Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que están los cielos.", Mt 5.16); nuestro Salvador no se enfocó en sí mismo, sino en el Padre celestial, cuyo propósito era, y sigue siendo, alcanzar a todo el mundo con su gracia redentora.

La voluntad del Padre incluye ciertas tareas que cada uno de sus hijos debe realizar (Ro 12.4-6). Al meditar en los principios y ejemplos de la Biblia, podremos discernir su voluntad para nosotros. La obra de Jesús fue hacer la voluntad de su Padre, y ese debe de ser también nuestro llamado.
Ro 12.4-6
4 Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función,
5 así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros.
6 De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe;

¿Qué lugar tiene la Biblia en la fijación del rumbo de su vida? Aparte tiempo hoy y cada día para escuchar al Señor, participar de su sabiduría y saber lo que le está diciendo personalmente. Al hacerlo, orientará su mente hacia las prioridades, voluntad y mente del Señor.

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