lunes, 1 de febrero de 2016

Lunes: PARA DESCUBRIR LA VOLUNTAD DE DIOS (2 Timoteo 3.14-17)

PARA DESCUBRIR LA VOLUNTAD DE DIOS

2 Timoteo 3.14-17
14 Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido;
15 y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús.
16 Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia,
17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.

El plan de Dios asegura a cada creyente el logro de su potencial. Él quiere que sus hijos vivan de cierta manera, y que tomen decisiones correctas; por tanto, acepta toda la responsabilidad de guiarlos. En efecto, el Señor promete: “Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar” (Sal 32.8). No obstante, nuestra vida no está planificada en un manual de instrucciones, desde el día en que fuimos salvos, descubrimos la voluntad de Dios por fe.

Aprendemos a conocer la voluntad de Dios mediante la lectura de su Palabra. La Biblia nos ofrece una guía completa para cualquier situación. Allí encontramos normas y mandamientos que nos llevan al éxito, y principios de aplicación diaria. La Biblia no detalla cada situación que pudiéramos enfrentar, pero sus principios nos preparan para tomar decisiones en cada situación que encontremos. El estudio de la Palabra de Dios es la única manera que tenemos de conocer su voluntad.

Descubrimos la voluntad de Dios por medio de las circunstancias. El Señor está guiando activamente cada cosa que nos sucede en la vida, con el fin de zurcir los “hilos” incompatibles para nuestro bien ("Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.", Ro 8.28). Cuando yo era joven, no tenía dinero para pagar los estudios en el seminario, a pesar de que había sentido el llamado de Dios para predicar. Mientras hablaba de la situación una noche con un amigo, nuestro pastor pasó caminando junto a nosotros. Mi amigo lo llamó y le preguntó si podía ayudarme. El pastor me pidió que pasara a verlo. Lo hice, y de esa reunión se originó una beca de cuatro años.

Los creyentes debemos estar alerta para el momento en que Dios nos revele su voluntad. Pídale cada día que le haga sensible a sus caminos.



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