domingo, 14 de febrero de 2016

Domingo: LA CLAVE PARA SOBREVIVIR EN TIEMPOS DIFÍCILES (Hebreos 11.23-29)

LA CLAVE PARA SOBREVIVIR EN TIEMPOS DIFÍCILES

Hebreos 11.23-29
23 Por la fe Moisés, cuando nació, fue escondido por sus padres por tres meses, porque le vieron niño hermoso, y no temieron el decreto del rey.
24 Por la fe Moisés, hecho ya grande, rehusó llamarse hijo de la hija de Faraón,
25 escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado,
26 teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los egipcios; porque tenía puesta la mirada en el galardón.
27 Por la fe dejó a Egipto, no temiendo la ira del rey; porque se sostuvo como viendo al Invisible.
28 Por la fe celebró la pascua y la aspersión de la sangre, para que el que destruía a los primogénitos no los tocase a ellos.
29 Por la fe pasaron el Mar Rojo como por tierra seca; e intentando los egipcios hacer lo mismo, fueron ahogados.

En el pasaje de hoy, leemos cómo Moisés soportó tiempos difíciles: por medio de la fe. Todo creyente enfrentará tiempos de dificultades. Lo que hay que recordar es que los tiempos difíciles son . . .

Inevitables“Pero como las chispas se levantan para volar por el aire, Así el hombre nace para la aflicción.” (Job 5.7). Todos experimentaremos tiempos difíciles. Tendremos presiones económicas, problemas familiares y de salud, dificultades laborales, oposición dentro de la iglesia —la lista de problemas que podríamos enfrentar es interminable. Por tanto, es esencial que aprendamos a reaccionar de la manera que Dios desea.

Capaces de destruirnos o de hacernos crecer. ¿Alguna vez ha notado usted cómo algunas personas reaccionan de manera diferente frente a las mismas situaciones? Algunas se vuelven más reflexivas, mientras que otras se desmoronan o incluso son destruidas por la prueba. Nuestra reacción dependerá de la perspectiva que tengamos.

Superables. La clave está en aprender a caminar conscientes de la presencia de Dios. Moisés fue una demostración de esto al buscar liberar al pueblo de Israel de la esclavitud egipcia. Había aprendido a “ver” al Dios invisible caminando a su lado, y a estar consciente de su presencia. Moisés no puso su atención en los egipcios, en el poder de Faraón, ni en los hijos de Israel. Su atención estuvo puesta en Dios.

¿Qué tan consciente está usted de la presencia del Señor? ¿Cree en su protección y suficiencia? Moisés no siempre tuvo tal conciencia; tuvo que desarrollarla. Nosotros, también, la tendremos si buscamos al Señor.


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