LA DISCIPLINA ESPIRITUAL DEL AYUNO
Hechos 13.1-3
1 Había entonces en la iglesia que estaba en Antioquía, profetas y maestros: Bernabé, Simón el que se llamaba Niger, Lucio de Cirene, Manaén el que se había criado junto con Herodes el tetrarca, y Saulo.
2 Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado.
3 Entonces, habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron.
El ayuno tiene dos componentes importantes. Uno es la privación de alimentos o actividades, lo que elimina las distracciones. El otro es la atención total a Dios, que permite la conexión con Él a un nivel más profundo.
Daniel vivía bajo cautiverio en Babilonia cuando leyó la promesa de Dios de liberar a los israelitas después de cierto tiempo. Entonces buscó sinceramente al Señor mediante la oración y el ayuno (Dn 9.2, 3). Luego, por medio del ángel Gabriel, Dios le dio una mayor comprensión de lo que había prometido antes.
Dn 9.2, 3
Hechos 13.1-3
1 Había entonces en la iglesia que estaba en Antioquía, profetas y maestros: Bernabé, Simón el que se llamaba Niger, Lucio de Cirene, Manaén el que se había criado junto con Herodes el tetrarca, y Saulo.
2 Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado.
3 Entonces, habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron.
El ayuno tiene dos componentes importantes. Uno es la privación de alimentos o actividades, lo que elimina las distracciones. El otro es la atención total a Dios, que permite la conexión con Él a un nivel más profundo.
Daniel vivía bajo cautiverio en Babilonia cuando leyó la promesa de Dios de liberar a los israelitas después de cierto tiempo. Entonces buscó sinceramente al Señor mediante la oración y el ayuno (Dn 9.2, 3). Luego, por medio del ángel Gabriel, Dios le dio una mayor comprensión de lo que había prometido antes.
Dn 9.2, 3
2 en el año primero de su reinado, yo Daniel miré atentamente en los libros el número de los años de que habló Jehová al profeta Jeremías, que habían de cumplirse las desolaciones de Jerusalén en setenta años.
3 Y volví mi rostro a Dios el Señor, buscándole en oración y ruego, en ayuno, cilicio y ceniza.
La Biblia tiene también otros ejemplos. Cuando el rey Josafat se enteró de que un poderoso ejército venía a atacarlo, llamó a toda Judá a reunirse y a ayunar (2 Cr 20.1-4). Dios le dio aliento y fuerzas para enfrentar al ejercito enemigo. Ayunar fue también parte de la preparación de la iglesia primitiva para elegir a sus primeros misioneros. El Espíritu Santo dirigió el envío de Bernabé y Saulo a la obra (“Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado.”, Hch 13.2).
2 Cr 20.1-4
1 Pasadas estas cosas, aconteció que los hijos de Moab y de Amón, y con ellos otros de los amonitas, vinieron contra Josafat a la guerra.
2 Y acudieron algunos y dieron aviso a Josafat, diciendo: Contra ti viene una gran multitud del otro lado del mar, y de Siria; y he aquí están en Hazezon-tamar, que es En-gadi.
3 Entonces él tuvo temor; y Josafat humilló su rostro para consultar a Jehová, e hizo pregonar ayuno a todo Judá.
4 Y se reunieron los de Judá para pedir socorro a Jehová; y también de todas las ciudades de Judá vinieron a pedir ayuda a Jehová.
3 Y volví mi rostro a Dios el Señor, buscándole en oración y ruego, en ayuno, cilicio y ceniza.
La Biblia tiene también otros ejemplos. Cuando el rey Josafat se enteró de que un poderoso ejército venía a atacarlo, llamó a toda Judá a reunirse y a ayunar (2 Cr 20.1-4). Dios le dio aliento y fuerzas para enfrentar al ejercito enemigo. Ayunar fue también parte de la preparación de la iglesia primitiva para elegir a sus primeros misioneros. El Espíritu Santo dirigió el envío de Bernabé y Saulo a la obra (“Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado.”, Hch 13.2).
2 Cr 20.1-4
1 Pasadas estas cosas, aconteció que los hijos de Moab y de Amón, y con ellos otros de los amonitas, vinieron contra Josafat a la guerra.
2 Y acudieron algunos y dieron aviso a Josafat, diciendo: Contra ti viene una gran multitud del otro lado del mar, y de Siria; y he aquí están en Hazezon-tamar, que es En-gadi.
3 Entonces él tuvo temor; y Josafat humilló su rostro para consultar a Jehová, e hizo pregonar ayuno a todo Judá.
4 Y se reunieron los de Judá para pedir socorro a Jehová; y también de todas las ciudades de Judá vinieron a pedir ayuda a Jehová.
Ayunar no nos da una respuesta más rápida de Dios, ni tampoco es para convencerlo de que siga nuestro plan. Lo que hace es ayudarnos a ver nuestra situación a través de sus ojos, y a obedecer lo que discernimos. A veces, he buscado al Señor para tener su perspectiva de lo que estoy haciendo. Ayunar me ha ayudado a tener su visión en cuanto a mi vida y mi trabajo.
Ayunar implica el deseo intenso de escuchar a Dios, un período de tiempo para conectarse con Él, y la disposición de abstenernos de comida o alguna actividad. Si esta idea le intimida, recuerde que el propósito del ayuno es prepararle para que pueda acercarse más a Dios y recibir su aliento y dirección.
Ayunar implica el deseo intenso de escuchar a Dios, un período de tiempo para conectarse con Él, y la disposición de abstenernos de comida o alguna actividad. Si esta idea le intimida, recuerde que el propósito del ayuno es prepararle para que pueda acercarse más a Dios y recibir su aliento y dirección.
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Ps. C. Stanley
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