jueves, 3 de diciembre de 2015

Jueves: LAS BENDICIONES DE DIOS (2 Pedro 1.1-4)

LAS BENDICIONES DE DIOS

2 Pedro 1.1-4
1 Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que habéis alcanzado, por la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo, una fe igualmente preciosa que la nuestra:
2 Gracia y paz os sean multiplicadas, en el conocimiento de Dios y de nuestro Señor Jesús.
3 Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia,
4 por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia;

Si ponemos nuestra confianza en Dios, podemos estar seguros de que Él proveerá para todas nuestras necesidades. He aquí algunas de las bendiciones más preciosas que nos da:

Perdón. Cuando usted pone su confianza en Jesucristo, su pecado es borrado. Esto se refiere no solo a todos los pecados pasados, sino también a los que todavía no ha cometido ("en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia,", Ef 1.7).

Libertad. El cristianismo es la única religión en el mundo que ofrece libertad de una justificación basada en obras. Esto significa que no tenemos que ganar el favor del Señor. Él nos ama por completo, y ha hecho provisión para nuestra total salvación por medio de su Hijo. Lo único que tenemos que hacer es aceptar el regalo de la gracia ("Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.", Jn 8.36).

Unión con Dios. No adoramos a una deidad distante; por el contrario, alabamos a un Padre amoroso que conoce cada detalle de nuestra vida. Efesios 1.13 dice: “Fuiste sellados con el Espíritu Santo”. Esto significa que estamos unidos para siempre con el Padre celestial. Lea Efesios 1.1-14 detenidamente, y cuente todas las veces que el apóstol Pablo usa la frase “en él” —notará el gran énfasis que puso en su relación con Cristo.

Vida eterna. Si usted ha sido sellado en Dios, entonces está unido para siempre con Él. Es decir, le tiene firmemente en su mano, y nada podrá arrebatarlo de ella (Jn 10.28, 29).
Jn 10:28, 29
28 y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.
29 Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.

El dinero es pasajero, y, sin embargo, es el dios al que muchas personas se inclinan. El Señor tiene riquezas de mayor valor para usted. Ya sea rico o pobre, no deje que sus posesiones materiales le impidan aceptar las riquezas que tiene en Cristo. Sin duda, hay más valor en lo que Dios nos ofrece.

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Ef. 1.1-14 
1 Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, a los santos y fieles en Cristo Jesús que están en Efeso:
2 Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo,
4 según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él,
5 en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad,
6 para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado,
7 en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia,
8 que hizo sobreabundar para con nosotros en toda sabiduría e inteligencia,
9 dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en si mismo,
10 de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra.
11 En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad,
12 a fin de que seamos para alabanza de su gloria, nosotros los que primeramente esperábamos en Cristo.
13 En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa,
14 que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria.


Miércoles: LAS BENDICIONES DE DIOS (2 Pedro 1.1-4)


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